Suena un rock a lo lejos,
entras en el cuadro soplando como el viento,
cierro los ojos y siento,
distingo el sabor de un vino en tus labios,
descifro tu mirada perdida por mi cuerpo,
me confundo entre la oscuridad y esa luz,
que disparas sin saberlo,
y te lo cuento, 
(aunque me gusta la idea de guardarlo como un pequeño secreto)
y me escuchas atento,
entonces explicas que somos lo que atraemos y viceversa,
que la realidad la construimos,
y me confías pequeños flashes mentales,
¿alguna vez viste algo así de bonito?
mis ojos se centran en tu espacio,
somos seres en constante cambio, 
creando a base de desconstrucciones,
(un poco de lo que me enseñaste)
amando como locos,
compartiendo sueños, miedos, muros, angustias,
y sanando.




Por más efímeras que sean algunas conexiones, se que te guardo para siempre.

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