Me da miedo la soledad, verte y no tenerte, amarte y que no me ames, siento miedo de mentirme y no amarte y no darme cuenta, siento miedo de que te pase eso mismo a vos, odio dudar de todo, incluso de mi, sobre todo de mi, hay más caos dentro mío que en el mundo, y eso ultimo es una gran mentira, pero suena bien, aunque me hace sentir mal, me da miedo la gente, no me gusta pensar que la humanidad se acaba, quiero creer que todavía hay gente buena, siento que no estoy haciendo nada para cambiar la parte del mundo que tanto odio, y me duele, y me duele también  no cambiar la parte de mi que tanto odio, y me duele la gente que dice que la gente no cambia, y me duele no ser ejemplo de lo contrario, tengo miedo de estancarme, o mejor dicho de no saber como avanzar de nuevo, porque creo que estancarse a veces es bueno, o necesario, o sanador, o quiero creer eso porque me hace bien, porque estoy estancada en realidad pero no quiero contarlo, ni escribirlo, ni decirlo en voz alta, y se que necesito hacerlo... lo se, tengo miedo de que me mires a los ojos y ya no sientas amor, ni pasión, ni deseo, y me gusta escribir en segunda persona cuando se que esa persona me lee, no me gusta la idea de que algún día dejes de hacerlo, y me dan ansiedad los para siempre, me siento tonta hablando de amores para toda la vida, pero me siento mal pensandome sin vos en la lejanía, siempre me dio miedo el amor, y odiaba la forma en que amaba, ahora amo el amor que siento, aunque odio no sentirlo por mi, me da miedo fallarme, no gustarme nunca por completo, también me da miedo la idea de gustarme por completo, me hace bien pensar que el caos te ayuda a mejorar, pero a veces siento que es demasiada angustia para mi cuerpo tan pequeño, me gustaría tener unos ojos mas grandes para llorar más y secarme mas rápido por dentro, o cuerdas vocales lo suficientemente fuertes como para gritarle cuanto los odio a mis miedos, yo les grito mucho pero parece que no me escuchan, porque siguen comiéndome la cabeza y me da miedo que no se vayan a ir nunca, y me da miedo ser tan sincera en un espacio tan publico, me da miedo mostrar que no soy perfecta, me da paz saber que igual nadie lo piensa .
Pocos recuerdos son tan nítidos para mi como el día que aprendí a leer,
no puedo ubicarme en la linea cronológica exacta pero no debí tener más de cinco,
estaba en casa de mis abuelos, casa de la cual por cierto también puedo recordar su olor,
quería jugar a la mamá y agarre un enjuague de ropa (patriarcado detected),
y entendí que era un enjuague de ropa,
y entendí que lo entendí porque lo leí,
estoy segura que se expandieron un poco de más mis pupilas,
como en las películas,
y fue tanta la emoción que corrí hasta mi casa para contarle a mi mamá,
parecía como si fuese el acontecimiento más importante de su vida o de la mía,
(tal vez así fue)
recuerdo leer sin parar durante todo el día,
separaba las palabras en silabas en mi cabeza, 
las pronunciaba en silencio y luego unía los sonidos en voz alta,
aquel sentimiento que nacia era demasiado grande para una niña,
puede que por eso sea que lo recuerdo tan bien,
estoy segura que ese día sucedió un hecho más importante que el aprender a leer,
ese algo que espera, dormido dentro nuestro, el momento de emerger, emergió.
eso que florece en el segundo exacto en que conocemos algo que vamos a amar, floreció.
llamenle pasión o vocación o don o amor, da igual, porque nada lo puede definir en realidad,
ese día simplemente, algo nació, y con el nací yo.